Lo nuestro terminó
demasiado pronto y demasiado tarde.
No es que haya perdido el raciocinio,
para eso hay que tenerlo.
Demasiado tarde
para cerrar la puerta que me lleva a ti
y caminar completa,
sin dejar fragmentos de mí atrás
en las sábanas,
en los suspiros de las paredes,
en tu cuerpo,
en ese silencio que nunca falta
«después de»
y que ninguna palabra
parece lo suficiente buena para romperlo.
Demasiado pronto
para que tu cama y mi cama
fueran la misma
y no dos objetos en diferentes casas.
Demasiado pronto
para esperar una llamada
a media mañana
de esas en la que no cuentas nada
y hablas de esto y de lo otro,
porque no importa la conversación,
lo que importa es quién
sujeta el teléfono.
Demasiado pronto
para llamarnos amor
o cualquiera de esos motes
que suenan pura cursilería
en bocas ajenas,
pero que cuando lo das o recibes tú
cobran todo el sentido.
Demasiado tarde,
demasiado pronto.
¿Acaso no es lo mismo
cuando hablamos de amor?
Imagen destacada: pexels
Muy bello y desgarrador.
👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻
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Gracias, Iván. Lo intenté. 🙂
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Me ha encantado.
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Bello y triste a la vez. Un compromiso roto que puede volverse habitual sin serlo.
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Gracias. 🙂
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