La pirámide inanimada
estaba más que compuesta,
descompuesta
con objetos que «la mujer niña» había comprado;
imprescindibles
que ahora quedaban recluidos
bajo el afilado acero del olvido.
Quise
rescatar de entre sus recuerdos
nuestro primer regalo de novios:
la rosa que coronaba
aquel bosque de materia inerte.
Creí
que bastaba con destreza y amor
para recuperar esa vida
que tuvimos;
no obstante, no fue así,
tras el primer paso
en aquella maraña de objetos
comprobé atribulado
que yo también
había pasado a la historia
y me había convertido
en uno de ellos: un muñeco exánime.
Alicia Adam
Terrorífico relato.
Un abrazo
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias, 😉.
Me gustaMe gusta
👏👏
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias, 😌.
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Precioso poema, Alicia! Muy bien usado el elemento del bosque; lo has introducido de forma sutil. Además, esa gran metáfora por querer recuperar un amor que ya no es tal.
Muy bonito. Muchas gracias por participar. Un abrazo grande 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona
A ti, por el reto. 😉
Me gustaLe gusta a 1 persona
Es triste y a la vez muy bien logrado!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias, 😉.
Me gustaMe gusta