La inspectora Gutiérrez aguardaba en la barra de la cafetería Caronte esperando a que le preparasen un termo de café.
Pagó una moneda de dos euros. Mientras abría el termo para beber un trago recibió un aviso de la central. Miró con resentimiento al termo y aplazó el golpe de nitidez que otorgaba la cafeína.
Gutiérrez atravesó el cordón policial.
—¿Recuerdas el caso de La cocina de Caronte que ocurrió en Londres hace dos años? —preguntó el forense. Ella asintió. —El cocinero incluyó veneno en los alimentos y mató a casi un centenar de personas. La víctima presenta las mismas supuraciones.
Gutiérrez alzó la vista y vio al agente Sandoval dando un trago a su termo de café.
—¡No! —gritó.
Sandoval la miró y se disculpó con la lengua trabada. Parpadeó con lentitud. Se retiró sangre de los ojos antes de caer al suelo.
Finalista Concurso de Microcuentos Café Maurice.
Publicado: https://microcuento.es/concurso-de-relatos-cortos-cafe-maurice/#16
EXCELENTE..! Gracias, Alicia..! 🙂
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Uy, ya lo había leído, pero no había dejado comentario, por Dios😪. Está genial!!! Salvado por un instante. Wowww!!! La novela negra te corre por la sangre… está pendiente un libro más dark de esta temática 👌😜🤗🤗🤗👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻
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Gracias. Creo que sería un buen prólogo para una novela negra.🤔
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