No

  ―¿Algún día me explicarás por qué no crees en Dios ni en el cielo?

―No ―respondió una voz masculina.

―Ha perdido mucha sangre, venía destrozada. ¿Crees que nuestra hija se recuperará?

―No.

―¿Por qué no?

―Me lo ha dicho ella.

La doctora se aproximó a la señora sentada en la sala de espera. Le comunicó la noticia: su hija también había fallecido.

Alicia Adam

 

 

 

 

 

 

 

Categorías:

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s