Te veré cada cierto tiempo
hasta que tu piel se apiade de la mía
y sienta que tus caricias me pertenecen
o hasta que el orgullo diga basta.
Lo que llegue antes
o lo que sienta que debe ser
para no condenar al deseo
a esa muerte que llega
cuando hacer el amor
no es suficiente.
Quiero ese después:
El café con prisas
para no llegar tarde al trabajo.
La pregunta de ¿quién se ducha antes
o ahorramos agua?
No pensarte, tenerte al otro lado
de la cama y del sofá…
Encima, debajo. Dentro.
Veré cada día
como tu piel se convierte en la mía
y sentiré que tus caricias
me pertenecen
hasta que el cielo diga basta.
Foto: Pexel, Taryn Elliott
Maravilloso poema, Alícia.
Fuerte abrazo.
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Gracias. 🙂
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Maravilloso, como todos tus versos. Me encanta ♥️♥️♥️♥️
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Gracias, 🙂
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«Hasta que el cielo diga basta» … así debe de ser… Un abrazo
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Así deber ser.
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Hermoso!
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Gracias.🙂
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