Algunas excepciones nunca suceden.
El amor no se posa en tus labios solo con desearlo.
A nuestra edad, ya sabemos,
que antes de que eso suceda
hay que alimentar alimañas
y dejar que el amor muera de hambre.
Son demasiadas las veces;
en las que debo creer en un concepto
que no sé qué es
que nunca sentí,
que nunca quise.
Y ahora recupero los amarres
en un verso que queda suelto y muerto para el
amor.

Ya no quiero palabras al viento, quiero las cosas que hacen mover el barco. Sin promesas solo acciones
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Buenas, Rochi. Sí, para mí también son mejor las acciones.
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