Se enamoran de mí sin pensar, porque si lo hicieran, lo de pensar quiero decir; está claro que nadie se enamoraría de las agujas del reloj.
Me hipnotiza ver como las personas caen en mis arenas movedizas: «Del mañana será otro día, ya es suficiente por hoy, un día es un día…» Y toda esa sarta de mentiras que justifican los excesos o la pasividad.
Sin duda lo que más me fascina es: Admirar desde mi atalaya como caen los humanos atrapados en un día sin cierre, de esos que se repiten en bucle y paralizan mente y cuerpo y, se convierten en uno de los pequeños granitos de arena de mi reloj.
Alicia Adam
Esta imagen ha sido tomada en el siguiente enlace:
es lo que tiene mirar desde tan arriba, enhorabuena, me ha encantado
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Gracias. Llevaba mucho dándole vueltas a este relato.
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Una vez más, me encantó.
Abrazo.
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Muchas gracias, Cristina. Tenía una película (El día de la marmota) y una foto, y me propuse juntar ambas.🤣
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Es una reflexión brutal… Una verdad como un templo… Es muy triste cómo nos volvemos monótonos y vivimos una vida automática que nos parece eterna… Si fuésemos más a menudo conscientes del engaño del tiempo y sus arenas movedizas, viviríamos más intensamente cada momento. Feliz día. Un beso enome, Alicia! ♥
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Un beso, Loli.
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Es curioso como de una comedia genial puede salir una reflexión tan afilada. Pero así funcionan las ideas, su ley es la del caos. Me ha encantado este relato, el tiempo, en general, es fascinante y, usado de este modo, más aún. Un saludo, Alicia.
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Muchas gracias por tus palabras, 😉.
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